Reynosa, Tamaulipas. - Kevin Alejandro Salomón, un joven autista con solo cien pesos en su bolsillo y un cable de teléfono móvil como única pertenencia, encontró en el corazón generoso de un taxista de Reynosa el refugio que necesitaba.

Y es que en medio de una situación desconocida, Kevin, de 19 años de edad, abordó el taxi de José Alberto Hernández, un hombre de 34 años que, con la paciencia y el amor de un padre, decidió no abandonarlo a su suerte.

El encuentro ocurrió en una farmacia del bulevar Balcones, donde Kevin, perdido y sin saber a dónde ir, se acercó al taxi de José Alberto, buscando ayuda. Su inocencia y su forma de expresarse conmovieron al taxista, quien decidió convertirse en su protector en ese momento de necesidad. A pesar de la falta de claridad sobre el destino al que Kevin deseaba llegar, José Alberto optó por actuar con humanidad y compromiso.

Su primera parada fue el Sistema DIF, esperando encontrar apoyo. Sin embargo, la respuesta fue desalentadora: le informaron que, al ser mayor de edad, no podían brindarle asistencia.

Lejos de rendirse, José Alberto continuó buscando alternativas, en otras instituciones de asistencia social, consciente de los riesgos que implicaba involucrarse en la situación, especialmente porque Kevin no podía proporcionar información clara sobre sus familiares.

Durante el trayecto, Kevin compartió fragmentos de su vida: vivía con su madre y su pareja, quienes lo cobijaban bajo los principios cristianos. También mencionó a su abuela, una mujer cristiana que representaba para él un símbolo de tranquilidad. Estas palabras impulsaron aún más a José Alberto a seguir adelante con su misión.

En todo momento Kevin Alejandro se sintió cómodo, tranquilo y seguro al lado de la compañía de José Alberto, con quién pasó varias horas. Entre la plática con José Alberto, Kevin le dijo que quería irse de Reynosa "a otra ciudad donde me puedan seguir dando medicinas y tener otras oportunidades".

A pesar de sacrificar el ingreso de un día entero de trabajo, el taxista recorrió kilómetros, tocando puertas de diversas asociaciones humanitarias sin éxito. Pero su perseverancia y bondad fueron más fuertes que las dificultades.

Finalmente, tras una exhaustiva búsqueda, logró encontrar a sus familiares. Un tío de Kevin fue en su búsqueda devolviéndolo al calor de un hogar donde estaría a salvo, en la colonia Villa Diamante

El tío de Kevin afirmó que su madre trabaja solo para él y que es una gran madre y que está feliz de recuperar a su hijo amado.

"Yo no te puedo dejar en la calle, porque si te pasa algo, no voy a estar bien conmigo mismo", le dijo José Alberto a Kevin durante su travesía. Estas palabras, cargadas de amor y empatía, marcaron un acto de nobleza en un mundo que, a veces, puede ser indiferente.

José Alberto comentó que decidió ayudar a Kevin gracias a los valores que recibió de sus padres, la sensibilidad y el amor de su madre, así como la perseverancia y el coraje de su padre. Valores que dijo, está impulsando también en su hijo Dylan Alberto.

El tío de Kevin se comprometió a entregarle los 600 pesos que el taxista debe pagar por la renta de la unidad, aunque para él su paga haya sido devolver a Kevin Alejandro al seno de su hogar. Ese día, José Alberto no solo fue un taxista; fue un héroe anónimo que eligió la compasión como guía.

Este caso se dio a conocer a través de la diputada local Eva Reyes, quien se mantiene siempre pendiente de los casos de personas que requieren apoyo.

"A diario me etiquetan, confiando en que puedo lograr cosas y ayudar a quienes ocupan de mí. No siempre sucede que pueda ayudar; mis limitaciones son muchas y mi tristeza más cuando no puedo hacer lo suficiente", precisó.

Comentó que al conocer el caso de Kevin se comunicó de inmediato para canalizar el caso y encontrar a sus familiares, "creí, era un caso más para canalizar a un joven autista a una escuela o apoyar sus terapias. Ya hemos hecho eso y no lo vi complicado".

Reyes González reconoció que en el tema de atención a personas con trastornos de desarrollo, con discapacidades mental o física o de movilidad restringida, aún hay mucho por hacer.

"Es uno de los grandes temas pendientes en donde estoy trabajando mucho en una iniciativa que sigue buscando la forma de ser posible", precisó.